Una newsletter como ésta que lees te permite lograr por lo menos 3 cosas:
Conectar de una forma más íntima con tu audiencia.
Tener un medio de comunicación directo.
Posicionarte como experto en tu área.
Llevo 2 años publicando semanalmente esta newsletter. Así que si estás pensando en integrar una a tu estrategia de comunicación, te dejo estas recomendaciones y te comparto mi experiencia.
Ten una newsletter si tienes algo que vender.
Los que escribimos y publicamos una newsletter, lo hacemos en gran parte por amor al arte. Porque queremos compartir algo con el mundo y necesitamos darle salida a esas ideas, pero seamos sinceros, eventualmente este medio tiene un fin económico.
Porque una newsletter es un negocio.
De entrada, las acciones de investigar, escribir, revisar, editar y publicar una newsletter toma tiempo y esfuerzo, por lo que no es sostenible en el tiempo que no reditúe económicamente de alguna manera, ya sea con suscripción de paga, publicidad o con oportunidades generadas.
Además, tener el objetivo de vender algo te ayuda a enfocar el tema y la audiencia a la que te diriges, de lo contrario, los temas pueden ser tan variados que no lograrás posicionarte como experto en alguna área específica.
De los mayores retos es conseguir suscriptores.
Conseguir suscriptores es más difícil si no tienes una buena base de seguidores en redes sociales que de ahí “brinquen” a la newsletter. Los menos te encontrarán por Google.
No es suficiente con escribir bien o que tus artículos sean de alto valor, si la gente no sabe que existes no sabrán cómo llegar a tu publicación. La tarea de esparcir la voz debe ser constante.
Muchas personas van a cancelar su suscripción de manera constante.
Es normal que la gente se vaya. No te lo tomes personal ya que rara vez se van como un reflejo de la calidad de tu newsletter. Personalmente, me he dado de baja de varias, incluyendo la 5-Bullet Friday de Tim Ferriss, la cual es sinónimo de alto valor con más de 1 millón de suscriptores.
Además ¿Para qué quieres suscriptores que no abren tus correos, ni están enganchados con tu contenido, ni lo creen útil? Lo que quieres son lectores como tú, que están aquí, que están leyendo esto y para quienes escribes.
Al principio pega en el ego, después dejas de tomártelo personal y terminas por aceptar que es parte del juego. La única forma de llegar a este punto de comodidad es haciéndolo y pasando por el proceso.
De hecho, es preferible que te dejen de seguir, a que te sigan y no abran tus correos. Solo procura que tus nuevos suscriptores lleguen más rápido que los que se van; si la ecuación está invertida, es señal de que algo anda mal.
¿Te animas a darle clic al botón de publicar?
Yuban
Estoy de acuerdo y discrepo al mismo tiempo. Como empresario con alma de escritor, creo que si uno escribe por amor al arte da igual si se tiene algo que vender o no, o quien nos lea, uno escribe para uno mismo, para sacar aquello que nos inflama por dentro y que construye mundos fantásticos que quieren convertirse en palabra escrita. Ahora bien siempre es interesante hacerse de nuevas fuentes de ingreso y si se pueden conjugar con lo que a uno le apasiona pues es un gran plus. Muchas gracias por compartir tu experiencia, sin duda es valioso y da para reflexionar.