Proceso: Serie de pasos o actividades secuenciales para alcanzar un resultado.
Sistema: Conjunto de elementos o componentes interrelacionados e interdependientes entre sí.
En el mundo tan dinámico del emprendurismo, el éxito a menudo se percibe como una relación lineal causa-efecto.
Haces esto y obtienes aquello.
También las decisiones.
→ ¿La gente no está motivada? Organicemos un viaje a la playa para motivarlos.
→ ¿Alguien hizo algo indebido? Sancionémoslo.
Mismo pecado que cometen los gobernantes:
→ ¿La población no tiene casas? Construyamos casas.
→ ¿Aumentó la delincuencia? Contratemos más policías.
→ ¿Drogadicción en los jóvenes? Pongamos una cancha de basquetbol para que practiquen deporte.
Rara vez este tipo de acciones tendrán el resultado deseado dado que la vida es multidimensional y multicapas. Son tantos los factores que pueden influir en una decisión que los resultados solo están claros en nuestra cabeza hasta que esa claridad choca con la realidad.
Porque nuestro cerebro ansia la certidumbre y predictibilidad.
Y como emprendedores hemos creído durante mucho tiempo que A lleva a B, y que B lleva a C, como si el éxito fuera una serie de pasos secuenciales, predecibles y repetibles, sin embargo, esta mentalidad no considera los factores multifacéticos que influyen en las empresas.
Esta perspectiva lineal simplifica en exceso la naturaleza compleja e interconectada de los ecosistemas empresariales.
Pero no temas. Hay solución.
Para ello hay que adoptar un pensamiento sistémico. En otras palabras, poder ver el árbol sin dejar de ver el bosque.
Esta perspectiva fomenta un enfoque holístico o integral de observación de la realidad con énfasis en el aprendizaje, la iteración y la visión de largo plazo por encima de pasos predefinidos.
Es como si tuvieras vista 360°. Empiezas a observar con mayor profundidad las consecuencias de tus acciones y decisiones.
Para empezar a adoptar un nuevo tipo de pensamiento, empieza cuestionando tus suposiciones:
Si hago esto ¿Qué consecuencias no intencionadas tendré?
¿Hay algo que no he considerado?
¿Qué otros factores pueden afectar la decisión?
¿De qué manera esta decisión impactará en las otras áreas aparentemente no conectadas?
¿Qué patrones de respuesta se han repetido en decisiones similares?
¿De qué manera está interconectado un proceso con otro?
¿Cómo me puedo adaptar mejor a circunstancias rápidamente cambiantes?
¿Ya consideré varios puntos de vista y perspectivas?
¿Cómo fluye la información entre las diferentes áreas?
¿Qué aspectos están fuera de mi control inmediato?
¿Cómo puedo mejorar los procesos para que prevenir fallas que ya han ocurrido antes?
La mentalidad lineal causa-efecto hace mucho que fue desafiada por la realidad del siglo XXI.
Urge dejar atrás los paradigmas que nos ayudaron en la llamada revolución industrial. Ya no nos sirven.
El futuro pertenece a aquellos que pueden navegar en la incertidumbre y ven el emprendimiento como un sistema dinámico e interconectado.
Yo sé que eres de estos últimos.
- Yuban González