Hace tiempo, me daba pena vender porque pensaba que al hacerlo molestaba a las personas.
Después me di cuenta que gran parte del trabajo se lo estaban llevando consultores improvisados que no sabían lo que hacían y dañaban a sus clientes con recomendaciones igual de improvisadas, sin entender las implicaciones ni los riesgos, ya que no tenían experiencia real en los negocios. Lo que sí tenían, era la capacidad y habilidad para vender sus servicios mucho mejor que yo.
Los llamo consultores pavorreales. Crecidos. Aduladores. Carismáticos. Folklóricos. Elocuentes.
Y, para bien o para mal, los emprendedores les creen. Les compran. Y luego no obtienen resultados. Así que decidí conscientemente que esforzarme por darme a conocer era, en realidad, una especie de servicio a la comunidad empresarial para no dejarlos en manos de este tipo de personajes.
Ahora creo que al vender y ofrecer mis servicios, realmente estoy poniendo mi parte para que la gente pueda mejorar sus resultados de la mano de un consultor genuinamente interesado en ellos y con la experiencia para ayudarlos a alcanzar sus objetivos.
Ya no me da pena ni pienso que estoy molestando, sino que estoy encontrando maneras de poder ayudarlos y la forma de hacerlo es a través de las ventas.
No me refiero exclusivamente a hacer llamadas o correos en frío, sino también a aportar valor en varios medios. Entonces construir mi marca personal es una forma de poder ayudar e influenciar de manera positiva a los emprendedores y claro, algo de eso se me ha de regresar.
Hay un ejemplo de este cambio de paradigma que normalmente se le atribuye al actor George Clooney aunque no puedo confirmarlo. Él solía ver las audiciones a las que asistía como una solicitud de empleo, es decir, una oportunidad para convencer a los productores de que era el actor adecuado para el papel, sin embargo, al no obtener resultados, cambió su enfoque al darse cuenta de que, en realidad, él estaba resolviendo un problema para los productores: ellos necesitaban a alguien que pudiera dar vida al personaje. Este cambio de paradigma le permitió abordar las audiciones con una mentalidad confiada, entendiendo que su papel no era solo buscar trabajo, sino ofrecer una solución valiosa para el equipo de producción.
No digo que logró conseguir todos los papeles que quería. Más bien es cuestión de tener un cambio de mentalidad y enfoque que te permita seguir adelante con empuje y sin desánimo sabiendo que estás aportando algo de valor al mundo.
Si estás teniendo problemas con las ventas, tal vez solo es cuestión de invertir la ecuación.
- Yuban.
Pues lo abrí aunque no considero que tenga problemas con las ventas. Justo porque aunque siempre estoy vendiendo nunca siento que lo hago, le permito ver a mi interlocutor todo lo que puede ganar (y más cuando se trata del dinero, tema del que soy un fan irremediable) contratando mis productos o servicios, es solo llegar al acuerdo de que lo que están invirtiendo conmigo se les regresará multiplicado casi sin que se den cuenta y luego ya están pidiéndome que por favor les cobre. Tienes muchísima razón en esto, agrega valor que se te multiplicará.