¿Te cansas de absorber contenido sin tener resultados? Tal vez estás cometiendo estos errores.
Lección #58
¿Qué haces cuando te cansas de absorber tanto contenido de negocios?
Como si te sintieras con el cerebro saturado. ¿Cómo lo resuelves?
¿Te has sentido así alguna vez? ¿Te sientes así ahora?
Sin pena. A mí me ha pasado también.
Los que amamos los negocios nos encanta el contenido de negocios. No lo podemos evitar.
Leemos cantidades ingentes de libros, luego un maratón de cápsulas de Gary Vaynerchuk en Youtube, en el gimnasio un podcast que nos recomendaron y el sábado a nuestro curso de branding y eso nos hace pensar que estamos haciendo negocios.
Pero eso no es hacer negocios.
Eso es solo consumir información.
Información valiosa y necesaria por cierto.
Pero consumir y no ejecutar es como tomar mucha agua y no ir al baño. Si me permites la analogía.
La cabeza se te llena de información sin salida y muchas veces quedas con frustración por la disonancia entre lo que sabes y tus resultados.
¿Cómo es posible que no esté viviendo la vida de mis sueños si llevo años consumiendo contenido de alta calidad y hasta pagando por ello?
Esto pasa más de lo que te imaginas.
Esto tiene solución.
La solución no es mágica.
Requiere de tu compromiso inquebrantable.
Y de paciencia.
Si no tienes la vida que quieres y la cabeza está a punto de estallarte puedes estar cometiendo alguno de estos errores:
1. No compartes lo que aprendes. No tienes que ir a dar clases. Tienes una maravilla a tu alcance que se llama redes sociales. Tal vez no eres experto en el tema que escuchaste en el último podcast, pero eso no te impide compartir tu entusiasmo. Haz un pequeño resumen con los 3 puntos principales y compártelo. No te preocupes si solo tienes 30 seguidores.
Hacerlo tiene doble ventaja: Logras descargar la información de tu cerebro y te entrenas en exponerte para desarrollar tu marca personal.
Enseñar es la mejor forma de aprender.
2. No reflexionas sobre lo que aprendes. Cuando una persona lee y solo repite se nota. Cuando una persona lee y reflexiona se nota. Es un tipo de pensamiento fresco y diferente. Auténtico.
No pienses en reflexionar como si tuvieras que imitar a Sócrates. Hazlo en tu día a día. Hazte preguntas sobre lo leído o sobre el vídeo que acabas de ver:
→ ¿Cómo aplica esto a mi realidad?
→ ¿Porqué estoy o no de acuerdo?
→ ¿Cuál es mi experiencia al respecto?
→ ¿Qué me decían mis papás o profesores sobre este tema?
Si te surge una frase original e interesante anótala en tu libreta o app de notas en tu cel. Así vas creando una filosofía propia. Buen momento también para ejecutar el punto 1 en Twitter. Si no tienes Twitter es buen momento para ejecutar el consejo del punto 3.
3. No estás ejecutando. Hacer algo por primera vez no tiene que ser perfecto. Por eso existe algo maravilloso llamado iteración. Empiezas haciendo algo lo mejor que puedas, lo mejoras y luego lo haces excepcionalmente.
Empieza pequeño pero empieza. No tienes que poner un negocio. Tal vez un nuevo platillo que viste y temes echar a perder. Hacer tu primer TikTok. Escribir un artículo. Preparar un curso. Da un tema gratis en la universidad, etc.
Haz cualquier cosa que implique dar a los demás. Es el mejor uso que le puedes dar a tu capacidad mental.
Si terminas de leer este artículo (lo cual te agradezco) pero no has compartido nada en redes sociales o no has por lo menos reflexionado en ello quedarás atrapado en ese estado de embotamiento cerebral.
Volviendo a la metáfora: Es como pensar en ir al baño pero sigues sin ir.
Lo consejos anteriores no son mutuamente excluyentes.
Haz los tres.
Comparte. Reflexiona. Ejecuta.
¡Hasta el próximo miércoles!
- Yuban González