Hacia 1968, los investigadores Leonore Jacobson y Robert Rosenthal hicieron un experimento con alumnos de primaria donde se les realizó un estudio preliminar de inteligencia.
Después les informaron a los maestros los nombres de un supuesto 20% que mostraban gran potencial de desarrollo intelectual.
Son supuestos porque los nombres fueron determinados al azar sin relación alguna con los resultados de su examen. Los maestros no sabían esto.
Tras 8 meses, este 20% de alumnos registraron mejores puntajes en sus exámenes.
Esto se llama efecto Pigmalión.
Tal parece que el desempeño de los alumnos o personal en las empresas sube o baja de acuerdo a las expectativas que tengan los maestros o jefes de ellos.
Y por supuesto también funciona en sentido contrario. Si crees que una persona no tiene potencial, lo más seguro es que su desempeño sea justo el esperado, es decir, por debajo del requerido, resultando en una profecía autocumplida:
“Ya ves, te dije que no podía.”
Esto no es una cuestión metafísica o que se escape a nuestra comprensión.
Imagina esto:
Si tratas a tu personal como superhumanos, ellos tratarán de cumplir esas altas expectativas haciendo lo que se supone hace un superhumano. Steve Jobs sabía manejar muy bien estas altas expectativas.
Por el contrario si tienes bajas expectativas de tu equipo, buscarán evitar situaciones que los pongan en mayor riesgo de “quedar mal.” Finalmente para que arriesgarse a quedar peor parados si el jefe de por sí no cree en ellos. Esos comportamientos los llevan a tomar decisiones que los predisponen al fracaso cumpliéndose nuevamente la profecía:
“Ya ves, te dije que no podían.”
Si tú en algún nivel no crees que tu personal de ventas o tus alumnos vayan a lograr los objetivos, no hay mucha forma de ocultar tus sentimientos reales. Por mucho que lo intentes. Tu mensaje real de alguna u otra forma será comunicado y recibido inconscientemente.
Y como siempre palabras de ADVERTENCIA.
No se trata solo de tener altas expectativas de tu equipo para mejorar el desempeño:
Si la gente no sabe que confías en ellas y que consideras que tienen alto potencial, no entenderán muchas de tus decisiones y no cumplirás tu profecía: Te dije que sí podían.
Las altas expectativas que tengas de tu equipo tienen que ser alcanzables y realistas o eventualmente dejarán de intentar alcanzarlas.
Al comunicar todo cuenta. No siempre comunicas con tu voz, también tus silencios comunican y la forma en que la gente interpreta esto puede variar significativamente de persona en persona.
Es muy simplista pensar que solo por creer que tu equipo tiene un alto potencial lograrás resultados. Las empresas son sistemas. Y como sistemas hay muchos elementos que tienen impacto directo en los resultados.
Recuerda, si crees que son tontos lo serán.
Si crees que son inteligentes también lo serán.
¡Hasta la próxima!
- Yuban G