¡Que alguien pida una ambulancia!
Hay una teoría que se llama "el efecto espectador". Dice que ante una situación de emergencia, es menos probable que una persona intervenga para ayudar cuando hay más personas a su alrededor observando lo mismo.
Traducido: si tienes una situación de emergencia (toco madera) la probabilidad de que alguien te ayude es inversamente proporcional a la cantidad de personas que te están viendo.
Espeluznante.
Esto sucede porque hay una especie de “difusión de la responsabilidad”:
→“Yo creo que alguien ya llamó al 911”
→”Vi una chica hablando por teléfono, seguramente ya pidió ayuda”
Aterrizando la idea a nuestro tema de hoy, en la escena de un accidente necesitas apuntarle directamente a una persona y darle la orden específica:
→“Tú, pide una ambulancia.”
¡Que alguien haga algo!
Caso similar pero ahora en el terreno empresarial.
Cuántas veces en las consultorías escucho esa queja “¡es que nadie hace nada!”.
Pues claro que no, la responsabilidad está disipada entre todos. Es más fácil ocultarse entre el anonimato que hacerse responsable.
Esa responsabilidad tiene que tener nombre y apellido.
→ Juan Ortega del departamento de cobranza.
→ María Salinas del departamento de verificación.
“Este año Juan y María se van a hacer cargo de guardar el arbolito de navidad con todo y decoraciones antes del 15 de enero”.
Ahora pregunto ¿Quién sí va a hacer algo? Juan y María, claro está.
Quiero ser rico.
Ahora vamos a hablarle al universo. Aunque no creas en la ley de la atracción sígueme la corriente.
Si le pides un carro nuevo al universo ¿qué crees que te mande?
→ Un Nissan March
→ Un BMW 330i M Sport
¿Un mar de diferencia ,cierto?
Y te falta escoger el color no te vayan a mandar uno verde zombo.
Hasta para hablarle al universo hay que ser específicos.
¿Quieres carro nuevo? ¿Cuál? ¿Qué color? ¿Asientos de piel?
¿Quieres ser rico? ¿Con 3 millones de pesos ya eres rico? ¿Con 15?
¿Quieres un viaje?…. Bueno, ya tienes la idea.
Siempre andamos vagando en los terrenos de lo general y se presta para malas interpretaciones. No es que la gente no entienda, es que cada quien tiene una definición propia de algún tema con base en sus conocimientos y experiencias muy personales.
Así que ya no digas fui a algún lado e hice algo. Usa la ultra-especificidad:
Al redactar tus metas personales.
Al escribir en tu diario.
Al pedir un deseo.
Al redactar un post para redes sociales.
Al escribir un artículo.
Al girar alguna instrucción.
Al solicitarle algo a alguien.
Tal vez no sea magia, pero finalmente hay una gran diferencia entre pásame la desa del dese a pásame la tapa gris que está arriba de la tele.
¡Hasta el próximo miércoles!
- Yuban González
Muy importante lo que compartes, cuando pedimos en específico también estamos creando lo necesario para hacer exactamente lo que nos llevará a ese resultado.