¿Mejorar tu rentabilidad aumentando tus ingresos o recortando tus gastos?
Algunos argumentan contra la reducción de gastos porque hay un límite en lo que puedes recortar pero no en lo que puedes ganar en ingresos.
Y es cierto, por qué recortar $10,000 en artículos de papelería cuando puedes mejor enfocarte en ganar otros $100,000 vendiendo más.
Pero eso es solo raspar la superficie.
Hay de fondo muchos motivos que hacen necesario el recorte en gastos:
Te lo pidió el gerente. (Así de sencillo)
Se avecina una crisis económica.
Quieres evitar el despido de personas.
Las grandes empresas siempre están buscando formas de reducir gastos.
Me consta. Si alguna vez has sido proveedor de una empresa transnacional sabrás que el regateo es parte de su personalidad.
Así es que no te sientas “codo” como decimos en México y vamos a ver algunas opciones que puedes aplicar en tu empresa.
Para empezar no pienses que es necesaria una sola idea radical que va a solucionar el problema de tajo. Ni pienses que como recortaste 10% en un departamento tienes que ser “justo“ y recortarle a todos lo mismo.
Tendrás que combinar varias acciones incrementales porque de otra forma los recortes podrán tener repercusiones que no has visualizado.
Elimina o consolida gastos discrecionales. Tal vez acostumbres una gran cena navideña o comidas de cumpleaños en tu empresa. Por qué no combinar las celebraciones junto con el curso de capacitación mensual. Yo se lo que me vas a decir: festejar al personal es importante. No se trata de eliminar los festejos sino de consolidarlos.
Cuida el rubro de gastos varios. A veces los departamentos tiene algún presupuesto de gastos que no están siendo administrados con eficiencia. Normalmente si no tienen necesidad de que alguien apruebe esos gastos puedes llevarte sorpresas interesantes de compras realizadas.
Reduce niveles de servicio. Entre más bonito sea el hotel donde se hospeda tu personal cuando sale a campo mejor, sin embargo, si buscas bien no es mucha diferencia un hotel de 5 estrellas que uno de 4. Quizá hasta les queda mejor ubicado.
Analiza la efectividad de los procesos. Verifica si hay tiempos muertos y sé preciso en tu delegación de tareas. Cuida también las interfases en tus procesos. p. ej., Tal vez la C.P. María hace un excelente trabajo al igual que Don Antonio en el taller, pero no logran comunicarse uno a otro con eficacia.
Despide clientes. No al azar claro está. Solo a los de alto mantenimiento que hacen solicitudes imposibles y que no aportan mucho valor económico a la empresa, esto libera espacio para atender a otros más rentables.
Siempre hay riesgo cuando estás reduciendo gastos. Actúa con rapidez pero con cautela. Es muy tentador reducir/eliminar tu cobertura en seguros al fin nunca ha pasado nada. Hasta que pasa.
Además, si olvidas hacer las inversiones necesarias, a la salida de la crisis podrías quedar con tu empresa mal parada para aprovechar las nuevas oportunidades.
Así que no lo olvides, siempre hay tela de donde cortar.
¡Hasta el próximo miércoles!
- Yuban González
De haber comprendido esto antes habría sido mucho mejor en mis decisiones de negocio. Siempre creí que mis reducciones de gastos estaban al límite y muy controlados, pero como bien dices “siempre hay tela de donde cortar “. Agradezco mucho estos hacks y muy oportunos para implementar en mi caso. 😉