“Los humanos son la única especie en la tierra que seguirá a un líder totalmente desequilibrado e inestable”.
No he podido olvidar esta frase desde la primera vez que la escuché del “encantador de perros” César Millán.
Volteo a mi alrededor y con evidencia tan contundente no encuentro forma de refutarlo.
Espero que como a mí también te gusten los perros.
Si no es así no hay problema, creo que esta lección te puede servir.
Verás, el estilo de vida moderno, que es más bien lógico y racional, ha hecho que nos separemos cada vez más de nuestro lado natural. Todo es prisa y tecnología. Nos comunicamos con los demás casi exclusivamente a través del lenguaje. Por teléfono, WhatsApp, Slack o la herramienta del momento. Vivimos totalmente en nuestras mentes.
Gracias a que los perros cuentan con una conexión natural con su instinto, es decir, viven el momento, pueden ayudarnos a ser más equilibrados y mejores líderes, ya que sirven como espejos de nuestras emociones y nos ayudan a detectar nuestras carencias y sanarlas.
Para estar sanos, el ser humano debe estar equilibrado en estas 4 áreas:
1. Intelectual.
2. Emocional.
3. Espiritual.
4. Instintiva.
Si no hay equilibrio, estas carencias afectivas serán proyectadas hacia tu perro ocasionándole toda clase de problemas de conducta.
Lo peor es que pocos nos damos cuenta de ello.
¿Sabes quién sí se da cuenta? Tu perro. Recuerda: ellos viven el momento.
Tu perro busca equilibrio y a cambio tú le das un trato humano.
¡Y ese es justamente el problema!
Tu perro no es un humano. Es un perro.
Y mientras tú le hablas tratando de “razonar intelectualmente” como lo harías con otro humano, olvidas que ellos vinieron a este mundo usando primero su nariz y están conectados con la madre naturaleza.
Ellos responden a aromas y energías, no a tus gritos. Si tu perro está siendo dominante o tiene un comportamiento agresivo o inestable, es porque está reaccionando a tu propio estado emocional. No estás siendo para él un líder asertivo.
Por lo tanto tu perro es tu espejo.
No ser un buen líder para tu perro no significa que eres mal líder para tu tribu humana, pero puedes estar creando algún efecto disfuncional en tus relaciones ante la falta de balance en una de las 4 áreas mencionadas anteriormente. Porque el gente conecta con otras a través de las emociones, no con la lógica.
Sé que amas a tu perro y que quieres ser el líder que tu equipo necesita.
Lo sé porque estás leyendo esto.
¿Entonces qué hacer? ¿Cómo encontrar el balance?
Empieza con la voluntad de ver la realidad tal cual es. Si tu perro te está comunicando con su comportamiento alguna disfunción, deja de culparlo y reconoce que hay algún conflicto interno tuyo que lo está ocasionando.
Y tú, con una conciencia más poderosa puedes hacer algo que tu perro no: controlar tu realidad y con ella, tu emociones y la energía que proyectas. Puedes escoger ver las cosas diferentes.
Esto es importante porque tus emociones y la energía que proyectas tienen que estar alineadas, es decir, tu interior con tu exterior. Si actúas como si no tuvieras miedo pero por dentro te sientes petrificado tu perro lo notará.
Resolviendo ese conflicto lograrás ecuanimidad, te sentirás mejor e impactarás positivamente en tu entorno.
Tengas perro o no, punto para ti.
Ya que eres consciente de la energía que proyectas y trabajaste en ello la pregunta es:
¿De qué manera puedo lograr ahora ser un catalizador para mejorar el ánimo de mi equipo y por ende sus resultados?
La clave está en lograr provocar una cadena emocional y de comportamiento apropiada en los demás. Así funciona:
Si estás genuinamente de buen humor la gente verá las cosas de una manera más positiva,
eso los vuelve más optimistas para alcanzar sus metas,
mejorando su creatividad y eficiencia en su toma de decisiones,
y están más dispuestos a ayudar y colaborar con otros.
No es magia. ¿Qué crees que pase en un ambiente tóxico? También hay un efecto multiplicador pero en sentido contrario.
Es fácil ver la toxicidad en otros. Te invito a que analices cómo está la energía que tú proyectas a tu entorno. Sobretodo que seas consciente de cómo impacta en las acciones de tu equipo y en cuyo caso hagas los ajustes necesarios. Lo que buscamos es ser mejores líderes a través del self-awareness o la autoconsciencia, no a través de la observación de las fallas en el liderazgo de otros.
Se vale que tengas un mal día. No se espera que siempre estés en modo ‘alto bombardeo de optimismo’ todo el tiempo. Honestidad y realismo en todo momento.
El antídoto siempre será el análisis reflexivo, así como tu habilidad para modificar tangiblemente tus emociones y energía.
- ¡Hasta el próximo miércoles!
Yuban González.
Este artículo ya se convirtió en uno de mis favoritos. ¡Está buenísimo!