Lo que tú crees que es verdad y lo que realmente es verdad son cosas diferentes.
Por ejemplo:
Apoyas a un candidato político y piensas que éste tiene el apoyo también de la mayoría.
Tu examen de contabilidad fue particularmente difícil y piensas que para todos fue igual.
Eres amante del café y piensas que los demás también lo son.
En 1977, investigadores de la universidad de Stanford acuñaron el término sesgo de falso consenso, que nos hace pensar que los demás comparten nuestros mismos juicios y comportamientos.
Si nos vamos a terrenos empresariales, este sesgo nos lleva a cometer errores en la asignación o no de recursos:
Yo me brinco los anuncios en Youtube así que no sería una buena inversión.
No me gusta la carne de cerdo entonces quitémosla del menú.
Me gusta que la gente vaya al grano entonces que nuestro copy sea corto.
Es fácil encontrar este tipo de sesgos en pymes no-profesionalizadas porque las decisiones son subjetivas dado que están basadas en suposiciones y experiencias personales.
Y que luego se asume que los demás piensan igual.
¿Hay algún antídoto para este sesgo? Sí.
Una dosis de estadística puede ayudarnos.
Sobretodo hablando de negocios que es nuestro caso. Tal vez no podamos contratar expertos en ello, pero sí podemos intentar acercarnos a los números para determinar si vale la pena o no quitar el cerdo en salsa verde del menú.
→ ¿Cuántos platillos se venden al mes? ¿Y en relación a los otros?
→ ¿Nos genera ganancia cada platillo?
Siempre va a ser preferible decir:
“Quitamos el cerdo del menú porque solo le ganamos 5 pesitos por platillo”.
a:
“es que a Don Armando no le gusta el cerdo”.
Urge profesionalizar a las pymes para que integren el pensamiento cuantitativo a sus procesos de toma de decisiones.
Este sesgo también te puede limitar para que compartas o no contenido de valor en tus redes sociales. Como tú ya te sabes el material de memoria de pronto parece que es obvio para todos y prefieres no publicarlo.
Eso me pasa a mí también.
Entonces busco videos de negocios en Facebook y leo los comentarios. Ahí me doy cuenta de la urgente necesidad de seguir compartiendo lo poco o mucho que puedo sobre la realidad del mundo empresarial.
La realidad objetiva vs. mi realidad imaginada.
¡Feliz Navidad!
- Yuban González