Marketing digital es la mezcla entre tecnología y psicología.
Aprende de psicología primero.
La tecnología la aprendes usándola, reforzándola con algún curso o viendo muchos tutoriales en youtube, además, es todo menos estática. Un día está el botoncito de editar a la derecha y al otro ya cambio de color y está abajo a la izquierda.
La psicología humana es otro boleto.
Créeme, si hay algo difícil en esta vida es comprender al ser humano. Muchas veces no nos comprendemos ni a nosotros mismos. Justificamos racionalmente nuestras acciones y nos mentimos descaradamente.
Pero hay luz al final del túnel.
Porque la tecnología avanza más rápido que nuestra psicología y sentimientos.
Esto significa que en épocas de Shakespeare los Romeos y Julietas del mundo sentían las mismas mariposas que sientes tú al ver a esa personita especial.
Tenían los mismos miedos e impulsos que los que vivimos en el siglo XXI aún tenemos, por lo que hay mucha información al respecto que puedes aprovechar.
Para utilizar la psicología humana con la finalidad de comunicarte mejor con tus prospectos y vender necesitas conocer esos impulsos que nos mueven a todos.
Según Paul R. Lawrence & Nitin Nohria, básicamente el ser humano está movido por:
El impulso de adquirir. Tanto bienes materiales como estatus, poder e influencia. Conecta con este impulso haciendo que la gente se haga rica, famosa, influyente o poderosa. Empresas como consultoras políticas y en marca personal trabajan con este impulso.
El impulso de formar lazos. Socializar e interactuar con los demás. Haz que la gente se sienta atractiva, querida y apreciada. Restaurantes, apps de citas, cursos basados en formación de comunidades (cohort-based courses) son ejemplos de empresas que ayudan a formar lazos.
El impulso de aprender. Explorar inquietudes y satisfacer curiosidades. Si tu empresa hace que la gente se sienta más conocedora o competente entonces está conectando con este impulso. Escuelas, organización de workshops, editoriales, etc.
El impulso de defenderse. Proteger lo “nuestro” y alejar amenazas. Empresas que prometen a sus clientes sentirse seguros, eliminar algún problema o si previenen que pasen cosas malas están conectando con este impulso. Aseguradoras, instalación de sistemas de alarma, venta de impermeabilizantes, etc.
El impulso de sentir. El deseo de estímulos sensoriales, placer, emociones, entretenimiento. Conecta con este impulso ofreciendo emoción o placer como lo hacen las empresas de ecoturismo, equipos deportivos, conciertos, salas de cine, etc.
Ya que sabes cuál impulso está satisfaciendo tu producto/servicio te será mucho más fácil comunicar tu mensaje a tu audiencia. De hecho entre más impulsos satisfaga tu empresa mayor será su atractivo.
Lo importante es que sepas articular con la mayor precisión posible tu mensaje.
Necesitas hacer clic con sus emociones, no solo con su lógica.
La gente no compra si no entiende lo que vendes.
La gente no compra hasta que se da cuenta que la relación costo/beneficio está a su favor.
No es un asunto de dinero.
No es un asunto de dinero.
No es un error de dedo. Lo escribí dos veces.
Si la gente comprara las cosas por baratas todos andaríamos por la vida con los pantalones más baratos, el perfume más barato, el reloj más barato, el carro más barato, el lapicero más barato, etc.
Y esto no es así.
Así es que aprovecha los impulsos básicos de las personas que no han cambiado en siglos y articula mejor tu mensaje.
¡Hasta el próximo miércoles!
- Yuban G
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