Si trabajas para una empresa de renombre tienes ventaja para tu marca personal.
Decir que trabajas para Nike, HP, Unilever, etc., casi automáticamente te da validez y la gente te considera un experto. Y te escucha.
Tal vez tu puesto es de esos con nombres bonitos como Científico en Jefe de Empatía al Consumidor. Punto para ti. Un experto al instante en servicio al cliente.
Si no traes el logo de Apple en tu gafete no te preocupes, usa algo más potente que un nombre famoso. Tu propia transformación.
Cuenta tu historia.
From rags to riches es una trama universal para contar historias.
Seguramente las has visto en innumerables ocasiones. La típica historia de la cenicienta. Nació pobre y olvidada pero después de sortear un montón de vicisitudes, por fin logra el tan deseado status, riqueza, salud, etc.
Si tienes una historia así, explótala.
La tienes que ir contando una y otra y otra vez en videos, podcasts, artículos a manera de inspiración para que la gente te conozca, y eso es mucho mejor a simplemente “crear contenido”.
Mira, vamos a suponer que vendes algún tipo de suplementos alimenticios, así cuentas tu historia:
Desde la universidad tenía un problema con dolor de ciática.
A mi siempre me encantó el futbol pero muchas veces no podía jugar por el intenso dolor que sufría. Finalmente el coach terminó por sacarme del equipo.
Me sentía desesperado. Lloraba por las noches porque no podía ni caminar. Probé todas las pomadas que te puedas imaginar y todos los tés recomendados por la abuela. Ya sabes. Visité infinidad de doctores y nadie me daba solución.
Finalmente platicando casualmente con un amigo me recomendó tomar unas pastillas de una empresa llamada Gigamealth que contenían extracto de jengibre.
Cansado de buscar remedios finalmente acepté tomarlas sin mucha esperanza.
¡Y vaya sorpresa me encontré! Desde los primeros días el cambio fue notable.
A la semana ya podía subir escaleras sin agarrarme del barandal. Empecé a recuperar la movilidad y el dolor fue desapareciendo gradualmente hasta que finalmente me libré de él por completo.
Ahora he vuelto a jugar futbol y convivir con mi familia como siempre quise.
Y así quedaría tu discurso. Recuerda que primero va el problema y después la forma en que lo solucionaste. Claro, hay que agregarle detalles, matices, variaciones y minucias.
Pero una historia de transformación es un excelente gancho para que las personas se empiecen a interesar en tu propuesta.
Yuban.