Lo más fácil al hablar de superar a la competencia es decirte que no tengas competencia.
Que encuentres tu océano azul y que estés en una categoría donde eres tu único competidor.
Honestamente creo que es lo mejor.
El asunto es que no es fácil.
La mayoría de las empresas tienen algún tipo de competencia directa. Aún las llamadas startups. Y a veces tienes que competir, así de sencillo.
Entonces asumiré que quieres ser más competitivo sin modificar tu modelo de negocio que hasta ahora ha funcionado bien. En otra ocasión nos echaremos un clavado a eso de los océanos rojos y azules.
A lo que viniste:
Lo primero que vas a hacer es superar la incompetencia.
La incompetencia son los puntos débiles de tus competidores. Ya sabes aquello que hacen mal.
Eso lo puedes descubrir de varias maneras:
Busca opiniones con bajo puntaje en redes sociales y google.
Visita su local o cómprale algo y registra el proceso.
Habla con prospectos en común. Sé prudente y discreto.
Un vez que tengas la información, trabaja junto con tu equipo para mejorar los aspectos en donde tus competidores están fallando.
Siempre y cuando tenga valor para tus clientes.
Siempre y cuando tenga valor para tus clientes.
Esto no te lo dicen los entusiastas de negocios en sus artículos porque no lo saben. Siempre cuida que las personas que te den consejos sepan de lo que están hablando y hayan estado antes en tus zapatos.
Por ejemplo, tal vez descubriste que puedes ofrecer un servicio más rápido pero la gente prefiere una mayor variedad de productos aunque te tardes un poco más.
Tal vez puedas abrir los domingos pero la gente prefiere descansar.
Así que supera la incompetencia solo en los puntos que son relevantes para tus clientes.
Lo segundo que vas a hacer es superar tu propia incompetencia.
Así es. Tu empresa también tiene puntos débiles y será tu trabajo descubrir cuáles son y trabajar en ellos. Haz una lista de puntos de contacto con tus prospectos/clientes y ve en dónde estás fallando. Ejemplos:
Cuando entran a tu página web.
Cuando pasan por tu tienda. (Ven la fachada)
Cuando tu repartidor hace una entrega. (La moto, el uniforme, la higiene)
Cuando les mandas una cotización por correo.
Cuando te contactan vía WhatsApp.
No te confíes y toma tu tiempo es una lista grande. Apóyate en tu equipo y decide siempre bajo el principio de valor para el cliente que te mencioné.
Lo tercero que vas a hacer es ruido.
Hacer mucho ruido no significa poner bocinas afuera de tu local y subirle al volumen.
Vamos a llamarle ruido digital.
En mi trabajo como consultor veo mucha complacencia en las empresas. Lee más sobre esto en la lección #16.
Mientras abran su local y los clientes lleguen los dueños están felices. ¡Y qué bueno!
El asunto es que no se están preparando para la próxima pandemia metafórica.
No te esperes a la próxima crisis empresarial.
Hacer ruido significa que te hagas oír. Que te hagas ver.
Levanta la mano y di ¡Aquí estoy!
Las redes sociales son un “must”. Tienes que estar ahí.
Colócate como autoridad en la materia. Publica contenido que genere confianza y ayúdale a la gente a tomar decisiones.
No veas las redes sociales como algo que haces cuando acabaste el “trabajo real”. Estar presente en redes sociales es tu trabajo. Te sorprendería la cantidad de pymes que aún no tienen presencia en alguna red social o peor aún, que les tienen miedo.
Recuerda que siempre hay zonas de precaución:
No compitas por precio. Esa es una carrera hacia abajo y todos saldrán perdiendo.
No te enfrasques en batallas inútiles basadas en el ego. Lo importante de superar a la competencia es mejorar tus ganancias y ampliar tu pedazo del pastel, no ganar por ganar.
Dicho lo anterior no confrontes directamente ni juegues sucio.
Como dijera Michael Dell “Juega limpio, pero gana.”
¡Hasta la próxima semana!
- Yuban González