La lógica, a pesar de ser una herramienta poderosa, a menudo nos falla al tratar de anticipar lo que sucederá en el futuro.
“Predecir” el futuro nos obliga a enfrentar la incertidumbre, lo cual suele provocarnos incomodidad.
Además, nos falta disciplina para intentarlo sin que nuestros paradigmas interfieran. Si eso no fuera suficiente, nos falta imaginación para ver más allá de lo evidente.
Normalmente, nuestros intentos quedan en sub-predicciones o sobre-predicciones, es decir, o quedamos cortos o somos catastróficos.
En palabras de la investigadora Amy Webb, los futuristas no pretenden predecir el futuro en el sentido tradicional, sino más bien su tarea es descubrir las tendencias y fuerzas subyacentes que perturban el statu quo.
Para abordar la tarea de predicción de escenarios futuros, necesitamos un método sólido. Sin un método, solo estaríamos dando una serie de opiniones desvinculadas y sin sentido, dado nuestro limitado entendimiento del mundo que nos rodea.
Es aquí donde entra en juego el modelo de fuentes disruptivas propuesto por Amy y su Future Today Institute. Este enfoque representa una forma más efectiva de entender y prepararse para el futuro.
En lugar de adivinar lo que sucederá, este modelo te ayuda a identificar las tendencias y fuerzas subyacentes que están en constante cambio, fuerzas que no podemos controlar pero que desempeñan un papel esencial en la evolución del mundo.
Considera también cómo cada una de estas fuentes disruptivas puede influir en tu campo de actividad o industria en relación con la tecnología.
Distribución de la Riqueza. Piensa en la distribución de los ingresos entre los hogares de una población, la concentración de activos en diversas comunidades, la capacidad de las personas para mejorar su situación financiera actual y la brecha entre los estratos más altos y más bajos dentro de una economía.
Educación. Considera el acceso y la calidad de la educación primaria, secundaria y superior; la formación de la fuerza laboral; los aprendizajes en oficios; programas de certificación; las formas en que las personas están aprendiendo y las herramientas que están utilizando; y lo que las personas están interesadas en estudiar.
Infraestructura. Imagina las estructuras físicas, organizativas y digitales necesarias para que la sociedad funcione (puentes, redes eléctricas, carreteras, Wi-Fi, cámaras de seguridad, etc.) y cómo la infraestructura de una ciudad, estado o país podría afectar a otro.
Gobierno. Analiza a los organismos gubernamentales locales, estatales, nacionales e internacionales; sus ciclos de planificación; sus elecciones; y sobretodo sus decisiones regulatorias.
Geopolítica. Observa las relaciones entre los líderes, militares y gobiernos de diferentes países, y el riesgo que enfrentan los inversores, empresas y líderes electos en respuesta a acciones regulatorias, económicas o militares.
Economía. Estudia los cambios en los factores macroeconómicos y microeconómicos.
Salud Pública. Explora como es el comportamiento de la población de una comunidad en respuesta a estilos de vida, cultura popular, enfermedades, regulaciones gubernamentales, guerra o conflicto, y creencias religiosas.
Demografía. Observar cómo las tasas de natalidad y mortalidad, los ingresos, la densidad de población, la migración humana, las enfermedades y otras dinámicas están cambiando las comunidades.
Medio Ambiente. Examina los cambios en el mundo natural o en áreas geográficas específicas, incluyendo eventos climáticos extremos, fluctuaciones climáticas, aumento del nivel del mar, sequías, temperaturas altas o bajas, y más. (Incluye la producción agrícola en esta categoría).
Medios de Comunicación y Telecomunicaciones. Escudriña todas las formas en las que enviamos y recibimos información y nos informamos sobre el mundo. Esto incluye redes sociales, organizaciones de noticias, plataformas digitales, servicios de transmisión de video, sistemas de juegos, 5G y las innumerables otras formas de conectarnos entre nosotros.
Tecnología. Considera la tecnología no como una fuente aislada de cambio macro, sino más bien como el tejido conectivo que enlaza empresas, gobierno y sociedad. Por esa razón, siempre debes estar atento a los desarrollos tecnológicos emergentes, así como a las señales tecnológicas dentro de las otras fuentes de cambio.
Lleva un registro de tus predicciones y ponles fecha. Luego en unos años observa lo que pasó y afina tu observación de tendencias.
Porque a menos que seas los Simpsons, predecir el futuro no es tan fácil como parece.
Hasta la próxima semana.
- Yuban González
😄definitivamente necesitamos aprender más sobre la habilidad de predicción de los Simpson.