Trabajé muchos años con la llamada base de la pirámide, específicamente con personal de limpieza.
Los entrevisté, contraté, capacité y hasta conviví con ellos.
En general, es evidente el bajo desempeño y las carencias cognitivas en sus actividades profesionales y vidas personales. Con dificultad, comprenden y retienen la información mínima necesaria para hacer trabajos sencillos, lo que limita significativamente sus probabilidades de salir de ese estado de escasez económica en el que se encuentran.
Estoy convencido de que la mala alimentación influye en este bajo desempeño. Esta deficiencia nutricional, se originó desde su infancia y persiste hasta la actualidad; Zucaritas o pan dulce para desayunar, tacos o una torta para comer y claro, una coca. Diaria. Esto tuvo a mi parecer, un impacto directo en cómo se desarrolló su cerebro y en las carencias cognitivas en la edad adulta. Debo admitir que esto no es propio y exclusivo de la base de la pirámide, pero cada estrato socioeconómico tiene ventajas y desventajas que luego discutiremos.
Además, un alto porcentaje lleva vidas marcadas por el trauma: drogas, alcohol, violencia intrafamiliar, enfermedades; todo esto las mantiene en un estado de supervivencia permanente que les impide ver otras posibilidades.
Así que deja de romantizar la pobreza.
¡La pobreza es horrible!
Me inquieta un mucho cuando la gente le da un status que no le corresponde.
Comer a diario frijoles con bolillo se ve bien en una foto para redes sociales dónde se idealiza una vida de aparente sencillez, dónde no necesitas más que a tus seres queridos en un rancho alejado de la civilización, tu perro y un viejo caballo. ¿Y qué vas a hacer cuándo uno de ellos se enferme? ¿O tú? Además, piensa que medio año con esa dieta y te faltarán todos los nutrientes que puedes y debes recibir de otras fuentes como carnes, pescados, verduras, frutas variadas, etc.
Necesitas dinero para eso.
La pobreza —y ni siquiera hablo de la pobreza extrema, porque esa no la conozco ni la puedo dimensionar— no se resuelve con dádivas del bienestar, ni siquiera generando muchos empleos, porque además se requiere que el que reciba, tenga inteligencia tanto intelectual como emocional. Recuerdo historias sobre cómo, durante la Revolución mexicana, Pancho Villa otorgó tierras a campesinos que después no supieron qué hacer con ellas. Administrar una hacienda, manejar tierras, contratar peones, e incluso contar pesos en lugar de centavos, está muy lejos de simplemente saber cómo arar la tierra con un par de bueyes.
Por mi parte, desde mi trinchera, intenté por 10 años ayudar a la gente a salir de la pobreza.
No lo logré.
La pobreza es un problema sistémico. Se requiere un fuerte apoyo comunitario directo, pero el sistema actual premia solo a quienes ya cuentan con ventajas. Dinero llama dinero le dicen comúnmente. Mi ineficiencia, por otro lado, fue un gran obstáculo; es difícil ayudar a alguien ahogándose si tu también estás bajo el agua y no todos se dejan ayudar. Lo he intentado y así no funciona. La gente defiende su pobreza como si de su propia vida se tratara. Han creído en ella durante tanto tiempo que no aceptan fácilmente que alguien venga a decirles que hay una mejor vida más allá de lo que alcanzan a ver. La mentalidad de pobreza está fosilizada en la consciencia colectiva tercermundista y el camino es mucho más difícil de cerca que como se ve de lejos. Mientras tanto, el resentimiento se sigue alimentando desde el populismo.
Así que, tú que me lees con el privilegio de una mente curiosa y acceso a internet, pon toda tu atención, dinero y enfoque en salir de tu situación actual si es que estás inconforme con ella. Eso requiere que seas implacable. No seas como el alcohólico que después de unos meses se toma una cervecita para festejar su sobriedad, total, se la merece ¿no?
Una vida de verdadera abundancia requiere que dejes atrás ideas, marcos de referencia, relaciones y entornos que ya no te impulsan y no voltear atrás.
ESO DUELE.
Requieres paciencia, disciplina y mucha resiliencia.
Sé que lo lograrás.
No todos están listos para recibir ayuda, pero asomándose en algún rincón, en algún lugar, hay unos cuantos pidiendo ayuda con timidez y gritos ahogados, asomando la mano fuera del agua con la cabeza sumergida y pataleando con todas sus fuerzas.
Tal vez estás fuera del agua, o pronto lo estarás y cuando los veas, lánzales una cuerda.
- Yuban.
En una de mis primeras reuniones de capacitación de negocios me dijeron unas palabras que me sacudieron y me hicieron ajustar el rumbo: "si quieres reducir la pobreza en México, sé un pobre menos".