El desempeño de un candidato en una entrevista de trabajo y su desempeño laboral una vez contratado son variables independientes una de otra.
Esto significa que una buena entrevista no garantiza un buen desempeño laboral, así como una mala entrevista no determina un bajo desempeño.
Para una buena entrevista se requiere como mínimo:
Vestirte “ganadoramente”.
Algo de facilidad de palabra.
Amabilidad.
Mostrar disposición.
Decir que sí a todo.
Algunas personas simplemente son pésimas en la entrevista.
Y si eres novato o no dominas la lectura del lenguaje corporal es fácil dejarte llevar por el carisma (o no) del candidato frente a ti. [Contesta este correo y dime si te interesa agregar una lección sobre cómo realizar entrevistas de trabajo]
Para desempeñarse bien en el trabajo se requiere, entre otros:
Agilidad emocional.
Asertividad en la comunicación oral y escrita.
Capacidad para conseguir resultados.
Adaptabilidad.
Apertura para recibir retroalimentación.
Poder llevarte bien con los demás.
Como líder requieres activar diferentes skillsets o serie de habilidades para desempeñarte bien tanto en la entrevista con candidatos como en la relación laboral del día a día.
Es un tanto intimidante de pronto estar rodeado de gente que ya se conoce en instalaciones que nos son ajenas.
Así que una vez contratada una persona, no le sueltes la mano proverbial por muy buena entrevista que haya hecho. Aún hay camino por recorrer y hay varios puntos de fricción que pueden dar por terminada la incipiente relación laboral antes de tiempo.
Un gran trabajo de onboarding o inducción determinará en gran medida la posibilidad de que esa persona se adapte lo más rápido posible al nuevo entorno para que pueda enfocarse y eliminar su ansiedad.
El acompañamiento y cercanía no terminan aunque se haya vencido el “mes de prueba”, así como una luna de miel no debe de terminar solo porque la estrenada pareja ya regresó de la playa. Dale este consejo a tus amigos recién casados ;-)
Recuerda que el proceso de entrevista ya terminó y no puedes estarte remitiendo a ella a cada rato. Ahora entran en juego otros factores porque claro, somos humanos, y ya sabes cómo somos los humanos.
Somos seres sociales.
Necesitamos atención. Necesitamos saber que no somos invisibles.
Entonces activa toda tu empatía y liderazgo y mejora tus resultados.
¡Hasta el próximo miércoles!
- Yuban González.