Si algo mata metafóricamente al ser humano es la incertidumbre.
Después de un tiempo razonable de espera preferimos recibir malas noticias a seguir sin saber.
Decirle a un comensal en tu restaurante que su comida tardará otros 50 minutos porque la gallina apenas está poniendo los huevos es mejor que dejarlo ahí esperando por demasiado tiempo sin que sepa que pasó con su orden.
Transparencia operacional.
Por eso las empresas de paquetería te permiten dar seguimiento vía internet a la ruta que lleva un paquete que enviaste o que esperas recibir.
El veterinario tiene cámaras para que puedas ver vía remota en tiempo real a tu mascota mientras está en el veterinario o en el spa perruno.
La computadora te avisa cuánto tiempo más debes esperar en lo que transfiere algún archivo o lo que tardará en descargar tu video de Youtube.
Ser transparente no te quitará la responsabilidad de resolver la causa real del retraso, especialmente si ya genera quejas, pero como regla general es mejor que sepan algo a que no sepan nada.
No es magia, vamos a llamarle un atenuante.
A veces lo que marca la diferencia no es el tiempo, sino la atención, porque la transparencia no resuelve el retraso como tal pero sí puede ayudar a reducir la frustración.
Y en tiempos donde la confianza es escasa, eso ya es ganancia.
Yuban.