Confiado en sus habilidades, Moisés tomó el micrófono con decisión.
Era un evento improvisado de la escuela de inglés donde trabajaba y alguien había llevado un karaoke.
El público rugía de emoción y Moisés empezó su acto:
“On a dark desert highway…
Cool wind in my hair..”
De pronto la emoción del público fue cambiada por miraditas y risitas burlonas pero discretas.
¡Moisés cantaba horrible!
Aunque se lo tomó por el lado amable, al final me dijo que se había sorprendido de las risas ya que pensaba que era decente para cantar.
¿Qué pasó?
No se dio cuenta de su propia incompetencia por falta de conciencia de si mismo.
Por ello te comparto 2 sesgos que pueden estar nublando tu pensamiento.
Chairos y fifís. Provida y proaborto. Veganos y carnívoros.
Todos escuchan solamente la información que confirma lo que piensan.
Si alguno se topa con información del lado opuesto, inmediatamente lo descartan como propaganda. Fake news es la palabra de moda.
A esto le llamamos sesgo de confirmación.
Pasa seguido en las empresas. Muchos directivos solo quieren escuchar buenas noticias de que la estrategia va funcionando como estaba planeada.
¡Ni se te ocurra decir que hay una semana de retraso!
Para no ser víctima de este sesgo, cuándo te topes con información y sientas un pequeño nudo en el estómago porque es contrario a lo que piensas, tómate un segundo para respirar profundamente, abre tu mente y pon atención.
No digo con esto que tienes que cambiar tus creencias, pero como dice el escritor y filósofo Aldous Huxley “Los hechos no dejan de existir porque se les ignore”.
Gael y Mónica eran una pareja modelo.
15 años de feliz matrimonio lo confirmaban.
Todos comentaban siempre como eran la pareja a seguir y los felicitaban.
Hasta que un abril esa pareja se separó.
Y todos empezaron a decir que él era un tanto desobligado. Que ella trabajaba mucho y se ausentaba por días.
Que era obvio que tarde o temprano algo iba a pasar entre ellos.
Esto se llama sesgo retrospectivo.
Nos hace modificar nuestra opinión anterior a un evento en favor de lo que realmente ocurrió. Como si siempre lo hubiéramos sabido.
Esto nos puede volver un tanto arrogantes al pensar que somos muy buenos prediciendo haciéndonos víctimas del efecto Dunning-Kruger.
Pero es falso. Realmente no hicimos ninguna predicción. Solo olvidamos la opinión primera que teníamos al ver finalmente con claridad los resultados finales.
Es un poco difícil superar este sesgo. Puedes llevar un diario donde trates de predecir lo que pueda pasar en un par de años en varias áreas: tu carrera profesional, las próximas elecciones, tu peso corporal, la bolsa de valores, los autos eléctricos.
Hazlo y te darás cuenta lo malo que como humanidad somos para predecir.
¡Hasta el próximo miércoles!
- Yuban González
Me encantó el ejemplo del último sesgo. Por eso me gusta el bullet journal, me ayuda a tener una perspectiva de lo que pensaba y pasaba en ese momento.
Definitivamente creo que he padecido los tres en algún momento determinado; sin embargo, me resulta más fácil identificarlos en los demás obviamente 😊